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Los cuidados de un Labrador en invierno
Descubre los cuidados de un labrador necesarios para que supere el invierno sin problemas.
El invierno supone un reto para la mayoría de los perros: al descenso de las temperaturas hay que sumar la mayor afluencia de desconocidos en el hogar y, además, la incursión de elementos tan desagradables como los petardos.
El labrador no es una excepción. Sin embargo, esta raza es bastante adaptable a cualquier situación y además cuenta con un carácter fácil y amable. ¿Quieres algunos consejos para ponerle este invierno bien fácil a tu labrador? ¡Sigue leyendo!
Los cuidados de un labrador para este invierno
El labrador es una raza de perro con una gran capacidad para adaptarse a nuevos entornos. La llegada del invierno no debería ser problemática para ellos, si bien es cierto que posiblemente deberás acortar vuestros paseos y horas de juego en el exterior.
En cuanto a las celebraciones en casa, los labradores han sido tradicionalmente unos perros siempre dispuestos a jugar con los niños y a sentir confianza por los desconocidos. Sin embargo, si en algún momento observas que tu mascota se siente desbordada por el ajetreo en el hogar, basta con que busques un rincón tranquilo y sitúes allí su cama a modo de pequeño refugio.
Y si llega la temida hora de los fuegos artificiales o los petardos, puedes tranquilizarle creando ruido en el hogar (con la televisión, por ejemplo) y sentándote junto a él.
El labrador, un perro querido por todos
Los habituales cuidados de un labrador no suelen exceder a los que debes adoptar para cualquier raza de perro. Los labradores son unos perros muy adaptables, amables y obedientes, por lo que su adiestramiento resulta muy fácil.
Además, si tienes niños en tu casa, el labrador es una raza con una gran paciencia y siempre dispuesto a jugar. En el exterior, igualmente, es muy receptivo a la hora de socializar con otros perros.