Regalar un perro en Navidad puede ser una gran idea o un absoluto desastre.
Cuando hablamos de regalos navideños, nos referimos a cosas que damos a las personas que más queremos para hacerlas felices. Sin embargo, los perros no son objetos, sino animales con sentimientos y altamente vulnerables: un perro no puede devolverse ni guardarse en un cajón si nos cansamos de él.
Del mismo modo, ten en cuenta que no todas las personas son igualmente receptivas al mundo canino, y que aceptar un perro como regalo conllevaría, igualmente, acatar una seria de obligaciones y responsabilidades. Antes de regalar un perro, hay muchos aspectos en tener cuenta.
4 preguntas que debes hacerte antes de regalar un perro en Navidad
Si estás pensando en regalar un perro a alguien esta Navidad, es importante que primero conozcas todas las obligaciones que debe asumir el dueño de cualquier animal, y te hagas las siguientes preguntas sobre la persona a la que quieres hacer tu regalo:
- ¿Tendrá tiempo y paciencia para educar a su mascota?
- ¿Estará dispuesto a organizar su rutina diaria en torno a los horarios de su mascota? Paseos, comidas, ejercicio…
- ¿Pagará con gusto las facturas del veterinario, la comida para animales, los juguetes…?
- ¿Es capaz de proteger y amar de manera incondicional a una mascota?
Los imprescindibles cuidados de un perro
Regalar un perro en Navidad es arriesgado. Los cuidados de un perro, especialmente cuando todavía es un cachorro, son muchos y se extienden a lo largo de toda la jornada: paseos a horas determinadas, comidas, horas de juego…
A todo esto, debes añadir objetivos a largo plazo, como adiestrar a una mascota, que requiere muchísima dedicación y puede ser frustrante en ocasiones. Por último, al calendario de vacunas, desparasitación y otras visitas regulares al veterinario, debes sumar los imprevistos y las urgencias médicas, que además pueden ser muy caras.
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