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Cómo alimentar a un gato recién nacido
¿Tienes un gato recién nacido del que hacerte cargo? Cuando son tan pequeños, darles de comer es un poco complicado. Por eso tendrás que saber cómo alimentar a un gato recién nacido para que vaya creciendo.
Si tienes que cuidar de una camada de gatitos recién nacidos a los que su madre no puede alimentar, la primera opción que tienes que valorar es la de si puedes dar con alguna otra gata lactante en la zona. La leche de la madre siempre va a ser mejor que cualquier otro alimento para un gato recién nacido. Pero es posible que la gata rechace a las nuevas crías, y que tengas que buscar otro modo de hacerlo. Sigue estos consejos para saber cómo alimentar a un gato recién nacido.
Cómo alimentar a un gato recién nacido
- Un gato recién nacido solamente puede tomar leche. Pero la leche de vaca no es la más indicada para su organismo. Es mejor utilizar leches para gatos específicas.
- Si no puedes conseguir a tiempo leche para gatitos recién nacidos, un buen sustituto es el agua de arroz. Después de hervir un poco de arroz cuela el agua para el gatito. Así no tendrá molestias digestivas.
- Un gato recién nacido, de menos de dos semanas, necesita ingerir un poco de alimento cada hora al menos hasta que abra los ojos.
- Hazte con un biberón con tetina especial para gatitos recién nacidos para que no le cueste trabajo comer.
- Si no puedes conseguir un biberón especial, usa una jeringa. Como el gato recién nacido no sabrá beber de ella, pon unas gotitas sobre su hocico para que vaya tomándolo poco a poco.
- Mientras necesite ayuda para comer esteriliza frecuentemente el material con el que le das de comer.
- A partir de la semana cuatro de vida podrás empezar a intercalar alimentos sólidos blandos con la leche. Pero tendrás que seleccionar muy bien el pienso para gatos que le das, para que tenga todos los ingredientes apropiados para su edad.
- Hasta que no sea un gato adulto necesita comer varias veces al día, como mínimo cuatro.
Siéntate en un lugar cómodo, con un cojín o una mantita mullida sobre tus rodillas, y alimenta al gatito con cariño. Verás cómo va creciendo y volviéndose más independiente. Pero siempre sabrá quién fue quien le dio de comer cuando era un bebé y acudirá a ti en busca de mimos.